Hola a todos, os voy a contar mi
experiencia en una de las carreras más populares de España. La Behobia - San Sebastián ( desde ahora BSS)
Hace tiempo tenía ganas de participar en esta carrera y este año me he animado. Lo primero que hice fue
buscar algo de información sobre la carrera.
Ya sabéis, fechas,
dorsales, número de
participantes, perfil etc y a medida que iba leyendo me daba cuenta que no es
una carrera más. La Behobia es un
sentimiento, está muy arraigada por
los corredores como por los voluntarios y por la gente que durante todo el
recorrido no para de animar.
Seguramente es la carrera en que más gente he visto animar a los corredores
y además a lo largo de
todo el recorrido, incluso en aquellas zonas que se supone que son menos
accesibles no dejas de escuchar el ¡Aúpa korrikalari!
El Sábado.
Después de pegarnos un madrugón y hacer alguna paradita técnica ara almorzar, ( por cierto, os recomiendo el Área de Servicio de Boceguillas para parar
a comer) llegamos el sábado por la mañana a San Sebastián. Nos alojamos en el Hotel Monte
Igueldo, donde nos trataron estupendamente y había unas vistas
preciosas de la ciudad.
Luego de un descanso nos abrigamos bien para ir al velódromo de Anoeta a recoger el dorsal y la bolsa del corredor. Allí nos esperaba una feria con un montón de stands en la que pasamos un buen
rato entretenidos. El velódromo estaba a
reventar, no en vano son unos 28.000 corredores inscritos y hay un ambientazo fenomenal
por los alrededores. Después de esto, nos
dedicamos a recorrer la parte antigua de San Sebastián e irnos de pintxos...ya sabéis, esto es la mejor parte de las carreras.
El Domingo.
El domingo muy temprano, a las 6:30 me
levanté bastante nervioso
y bajé a desayunar. La
noche anterior ya había dejado el bolso
organizado y listo con toda la ropa de recambio. Estaba deseando llegar a
Behobia y ponerme las mallas para empezar cuanto antes. Además el tiempo no iba a acompañar mucho, amenazaba agua y lo peor de
todo y viento fortísimo con una
velocidad de unos 35 km/h que nos acompañó durante toda la carrera.
La BSS es una carrera que se necesita
prever algunas cosas, entre ellas muy importante es el traslado a la salida,
que está en el barrio de
Behobia, en Irún. Y claro, dejar
en la consigna la mochila, para cuando acabas de correr ponerte ropa de abrigo.
Todo esto me parecía complicado
hacerlo bien, sobre todo porque éramos casi 28.000 individuos en pantalones cortos y eso son muchas
mochilas. Pero está todo muy bien
organizado y en ese sentido no hay por que preocuparse.
Una vez en Behobia es cuando se respira el
verdadero ambiente de esta carrera, todas las calles del pueblo están atiborradas de gente de un montón de sitios, impresiona ver tantos
corredores en tan poco sitio. Hay puestos de café, un montón de servicios portátiles, pantallas gigantes en las que se ve la línea de salida y otros puntos en los que
varios cámaras van grabando
a la gente y aparecen en directo por las pantallas, música a todo trapo, gente calentado, comiendo...vamos una pasada.
La Carrera.
Tengo que decir que lo que más me ha llamado la atención ha sido la estupenda organización en todos los aspectos. A la hora de la
salida, estamos ordenados por colores del dorsal ( asignan un color en función del tiempo que acredite cada uno en
alguna media maratón o en otra BSS )
de este modo van saliendo los grupos: por ejemplo, primero los de 1:10:00 luego
los de 1:20:00 y así todos, de esta manera no se colapsa aunque hayan 28.000 participantes para
20km.
Las mochilas se dejan en unos camiones y
las van recogiendo en función del los dos últimos números de dorsal que tenemos cada uno. Yo, tenía el dorsal 8234 y deposité mi bolsa en el número 34. A la hora de retirarla, lo único que tienes que hacer es buscar el número 34 en la consigna y...le voila!
La carrera en sí fue muy bonita y llena de sensaciones, ya sabéis a lo que me refiero. Las horas de
entreno para este momento, las lesiones... eso,
unido a miles de personas jaleando y animando con música, bailes y gritos a los corredores.
Los avituallamientos con agua, bebidas isotonicas y uno con fruta, cada 5 km.
El perfil es algo duro, pero vamos,
tampoco son unos cuestones de la muerte. Una cosa normal, tiene un par de
"puertos"; la subida a Gainztxurinzketa y el alto de Miracruz. También una zona con toboganes tipo rompe
piernas pero lo que hace dura la carrera es la climatología, el día que corrimos no hacia frío y nos libramos de agua bastante tiempo, pero hizo un viento
criminal que nos daba de cara o azotaba de costado. Aunque cuando alcanzas el
alto de Miracruz, enfilas la avenida que desemboca hacia el paseo de la playa
de La Concha, y ves miles de personas aplaudiendo e incluso llamándote por tu nombre (se fijan en el
dorsal y te dicen cosas como : ¡aúpa David, vamos!),
se te olvida todo y sacas de dentro ese último esfuerzo.
Bueno chicos, espero que os haya gustado el relato de mi
experiencia en esta fabulosa carrera y os animo a que al menos, la corráis una vez.
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